miércoles, 15 de diciembre de 2021

Verever

 


Verever es quien comanda las fuerzas y la ciudad de Vortedh, siempre y cuando, no esté Xanth. Es una pieza fundamental en el engranaje de los hombres. Seguidor de el Rey Mahor, pero afín de Xanth, hará lo que el príncipe dicte.

Habilidades: experto en espada larga y pesada. Voz de mando, y excelente jinete.

Debilidades: su familia, la cual, defendería a capa y espada, contra cualquier amenaza.

Rasgos físicos: corpulento, cabello largo y oscuro, de larga e hirsuta barba.

jueves, 9 de diciembre de 2021

Principe Trideño Solodar

 



Solodar, uno de los tres Príncipes de Tridex. Por edad, el del medio. Comanda la guardia Real de los alados, y a su vez, a los ágiles Guilligords, alado para fines como salvaguardar heridos, y llevarlos donde estén a salvo. Solodar Gobierna la ciudad del Blondo, lindante a la aldea de Culkus. No tendrá una tarea fácil, pies debe defender la isla prisión, en el primer ataque del hombre, según cuentan en el Lid.

Habilidades: Voz de mando. Buen guerrero en el arte de manejar el escudo y su espada.

Debilidades: inexperiencia fuera de Tridex. conoce poco el Lid.

Rasgos físicos: Los Trideños machos, son en su mayoría, calvos. muy pocos son con pelo largo, como en el caso de Trathos, Asthaän o Tells. Su piel, es de un color verde agua. Sus ojos negros con la pupila en su caso, amarilla. Alado y con rabo, como todo Trideño.

Extras: Ayudó a su Madre, la Reina Xarah, y a su hermano Galagar, a preparar a las hijas del viento.


domingo, 5 de diciembre de 2021

Principe de Morax Natanlaet

 


Natanlaet, es el hijo menor de tres, del Rey Mahor de los hombres. Gobernante de la ciudad de la ciudad sureña de Moraxim, a cuyos ciudadanos, tiene bien cuidados. No se puede decir lo mismo de las demás ciudades, a veces acéfalas de un patriarca. A pesar de su corta edad, y su aspecto reo, mas que de gobernante, este joven de alta alcurnia, y de carácter algo cansino, será quien deba heredar las guerras, que su padre y sus hermanos están librando. Acompaña a Brajistad en sus travesías de invasión.


Habilidades: buen manejo de su espada. y ágil en todo tipo de labores en los barcos de Brajistad. buen gobernante de su ciudad a pesar de su corta edad.
Debilidades: inexperiencia en combate, cree ser capaz de todo. Ningun alto mando de Morax, lo tiene en cuenta como alguien de quien esperar algo.
Rasgos físicos: En buena forma, ágil y fibroso. tez blanca y pelo muy largo
Extras: Nadie sabe que Idolatra a Agrelor. A su vez, es fiel defensor de su padre, el Rey Mahor.


jueves, 18 de noviembre de 2021

Átsïjä

 



Átsïjä, es un guerrero fiel a Thiro. En Etra, ha encontrado el camino que había perdido. Es oriundo del puerto del Rit, y enemigo íntimo de Agrelor, quien en una gresca le quitó su ojo Izquierdo. Este hábil moreno de músculos prominentes, es quien secunda al siempre Lord, Thiro. Mantiene una relación de amor odio, con el hermano de quien Gobierna Etra, Erbilh.

Habilidades: es muy completo, posee las habilidades de los Etrianos, quienes maniobran los arcos y flechas de todo tipo. Y tiene la frescura de haber pertenecido a una ciudad portuaria, puesto que también sabe sobre embarcaciones y mares.
Debilidades: no tiene su ojo Izquierdo, y no puede acostumbrar su cuerpo al nuevo desafío.
Rasgos físicos: con más de 1,85mtrs de altura, piel morena, calvo y músculos por doquier.
Extras: Su gresca con Agrelor, era considerada pena de muerte para Ambos, el Rey Mahor, así lo deseaba. Thiro, se interpuso e impidió ambas ejecuciones. 

lunes, 15 de noviembre de 2021

Principe Trideño Galagar

 



Galagar, es por edad, el hijo mayor y príncipe de Tridex heredero al Trono, para suplir a sus ancianos Reyes Xereder y la reina Xhara, por su emparejada Mirwinta respectivamente. Es además, a quien todo Trideño tiene de ejemplo, incluso, hasta el mismísimo Zerej Naimad, Rey del desierto lo admira. Es su amigo y aliado incondicional por el lado de los hombres. Su mujer, es quien no lo deja sólo ni a sol ni a sombra.

Habilidades: liderazgo y fuerza lo acompañan.

Debilidades: no posee a simple vista, pero quienes lo conocen, lo notan inseguro. 

Rasgos físicos: sus imponentes 3mtrs. de altura y sus alas, hacen tanto de él, como de todo Trideño, una especie única y alada. Cuerpo fibroso.

Extras: no sólo comanda la ciudad más grande e importante de Tridex, Ciudad del Río, sino que todas y cada una de las aldeas aladas.

viernes, 12 de noviembre de 2021

Los Príncipes de Tridex



Los Príncipes de Tridex, de izquierda a derecha, Solodar, Trathos y Galagar.

Solodar es quien comanda la ciudad del Blondo, el primero en ir a combatir a los Marinos de Brajistad a la Isla prisión.

Trathos es el mas pequeño, aunque no lo parezca, de los tres y por herencia, gobernaría la ciudad de Kolls. Compañero de viaje de el Silur Robbendall.

Galagar, por su parte, es quien conduce la ciudad Del Rio. Junto a su mujer Mirwinta, son los herederos al trono de Tridex, abalados por su pueblo, por sus padres y sus hermanos, Galagar, es el Trideño mejor posicionado en todo Tridex, para combatir al Hombre. Es amigo del Rey del Desierto de Pèrèzön, Zerej Naimad.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Los Det

 

Los Det son guerreros de una de las islas mas remotas del Lid. Son una rara especie, con cabeza de cefalopodpo, mas concretamente un calamar. Sus viviendas, muy precarias, se encuentran en las cavernas de los rios de la pequeña Isla, dividida en dos poblados. Mandall al norte, y Vrut, bien al sur y cercana a las pequeñas montañas de Dlûj. Sus harapientas ropas, son lo poco que tienen, y las usan solo para sociabilizar, puesto que no las suelen usar. Son una raza practicamente desconocida, pero el ruido de las aguas les ha llegado, y han enviado un emisario. Por lo que cuentan, su poblacion contiene, hombres y mujeres, pero tambien niños y ancianos. Los libros de Pondor-Gomerag(escriba de Morax), nombran a los Det, como los primeros habitantes del Lid, incluso, antes que el Ancestral y gigantesco Brottor.

Habilidades: Son ancestrasles Guerreros, cuentan las voces, que nunca los han derrotado.
Debilidades: Poseen varias en contra. Su sociedad, esta muy aislada del Lid, y son algo ermitaños. 
no poseen armas propias, solo las que han recogido de incursiones a aldeas y poblados. son pocos, o eso es lo que se sabe. 
Idioma: Chelle
Rasgos fisicos: Son pura fibra, con cuerpo identico al del humano del Lid, pero con una rara cabeza de Cefalopodo, un calamar, pero solo la cabeza.
Extras: si bien no poseen armas, tienen un escudo de guerra. 






jueves, 4 de noviembre de 2021

Agrelor

 






El oriundo del puerto del Rit, es quien comanda una pequeña flotilla de Navíos, bien equipados. Tanto él como su primo, son los únicos poseedores de barcos en todo el LiD. Sólo los mercantes poseen barcos para el comercio. Ninguna otra raza o región de Morax, tiene acceso a naves marítimas. Agrelor, es conocido por ser un ser despreciable, frío, calculador y desquiciado. Dentro de su locura, extraña cordura lo acompaña. No le teme a nada  ni a nadie, y mantiene sus propias reglas. Tanto su ciudad, el puerto del Rit, como la ciudad portuaria de Rägalän, tienen un acuerdo de no agresión, puesto que quienes las comandas son primos, y obedecen al Rey Mahor. Agrelor tiene una diferencia bien marcada con su primo...Odia al Rey.

Habilidades: suele maniobrar con elegancia dos sables corvos. Calculador y experto en pelea cuerpo a cuerpo.

Rasgos físicos: alto, 1,80mtrs, fibroso de melenas extremadamente largas, color moreno. 

Debilidades: no se le conoce.

Extras: Su sombrero picudo, de tres puntas, lo lleva siempre consigo. Jamás se lo ha visto sin el mismo. Cuando se enfrenta a enemigos, ya sea cuerpo a cuerpo, a caballo, o en su propio navío, sus ojos, se ponen netamente negros.

jueves, 28 de octubre de 2021

Brajistad



 El capitán de mar y guerra, se llama Brajistad. Oriundo de la ciudad portuaria de Rägalän, comanda una de las fuerzas más brutales de todo Morax. En su Tripulación, se pueden encontrar, corsarios, piratas y asesinos entre otros. Él, es venerado por su ciudad como su único líder. No responden al vetusto Rey, sino que al poderoso Brajistad. Entre hombres y mujeres, tiene una población cercana a los treinta mil habitantes. Rägalän está fuertemente amurallada, con acero y madera. Es una ciudad lujuriosa y conquistadora, sólo que de momento, Brajistad responde a Mahor y no expande su ciudad ni su gente más allá de las fortificaciones. Su conocido primo, Agrelor, es del puerto del Rit, eternos enemigos, solo se llevan bien, porque quienes comandas las ciudades portuarias son primos, y realmente se quieren mucho. Agrelor no quiere al Rey Mahor, Brajistad si, y cumple sus órdenes. Con el total del poderío Naval de todo el LiD, acechará a las razas, y las someterá, tiene fuerza e inteligencia, y también  ejercito y barcos propios.

Habilidades:  el comanda su barco, es un gran capitán, con total voz de mando. Mucha fuerza y destreza a la hora de pelear cuerpo a cuerpo, y muy ágil manejado su propia espada, la espada de Rägalän. 
Debilidades: al ser su pueblo costero, y vivir prácticamente en barcos y navíos varios, su punto más flaco, es estar en tierra, lo sufre peor que cualquier otro marino.
Rasgos fisicos: de imponentes músculos y estatura, superando los 1,90 mtrs.
Ojos de un color gris claro. Barba grisácea y pelo del mismo color.
Curiosidades: Cómo nos tiene acostumbrado el LiD, la mayoría de las razas u hombres de distintas ciudades, aldeas y pueblos, son artesanos en cueros curtidos y crean sus propias vestimentas y Yelmos.

viernes, 22 de octubre de 2021

Grimalå




 La Reina de Aldrâ, Es quien comanda a las mujeres guerreras de esa aldea. Grimalå y sus mujeres, son eternas enemigas de las mujeres de Samshala. Una vez más, el reinado de los hombres, no demuestra la unión necesaria para combatir a las razas, o si?. Tanto Samshala como la Aldea de Aldrâ, están bajo el mando del Rey Mahor. Esta Aldea fue Artífice principal en el ataque a Tridex. La reina, no le teme ni a las razas, ni a los hombres, y menos a A'ldara y a sus guerreras de Samshala. A pesar de que la ciudad de la furia, está a cientos de leguas de Aldrâ, la rivalidad tiene Centurias.
Miles de mujeres en esta Aldea, tampoco se mezclan con hombres, la diferencia con Samshala, es que estas mujeres y su reina, bisexuales, pueden estar con Hombres y mujeres, en Samshala, la relación con hombres está penada con la guillotina.

Habilidades: experta en el martillo ancho, lo maniobra como prácticamente nadie en el Lid. Experta en caballos.
Debilidades: soberbia, será por ser Reina, al igual que quien comanda Samshala, son caracterizadas por su frialdad. 
Rasgos físicos: de tez oscura, musculosa. Muy fuerte. De pocas ropas, debido al buen clima y humedad que yacen sobre la Aldea.
Curiosidades: ella misma se ha forjado su espada/lanza, y su escudo, en las fraguas del puerto de Rägálán.

miércoles, 20 de octubre de 2021

A' ldara


 A'ldara, mujer guerrera al igual que su hermana Shiririt, de la ciudad de Samshala.

Su corona de plumas, la identifica como la guerrera jefa de la ciudad de las mujeres. Altanera y bella, es fría y calculadora en el momento de combatir. Muy ágil en combate cuerpo a cuerpo y de jinete. Tuvo un Amorío con el príncipe del desierto, hijo de Ofrom-Didir, gobernante de Mëlldär. Único hombre con quien se la ha visto. 

Sus vestimentas, típicas de las mujeres de Samshala, de media estación. Su ciudad se encuentra cerca de la cadena montañosa de Gek, pero rara vez pasan frío. 

Habilidades: buen uso de espadas en ambas manos, siendo ambidiestra. Buena en el arco, con flechas de doble longitud.

Debilidades: subestimar al oponente en ciertas ocasiones y manifestarse invencible. Osca.

Rasgos físicos:  tez blancuzca, distinta a  Shiririt. 1,75mtrs, bastante alta, lo que logra su porte, es intimidar. Contextura delgada y fibrosa. De unos vívidos ojos verdes.

sábado, 16 de octubre de 2021

Shiririt





En la conocida como, la ciudad de la Furia, de nombre Samshala, es donde encontraremos solo mujeres guerreras, mujeres tan interesantes, como lo es Shiririt. Es una de las pocas ciudades, con el clima propicio para la cría y reproducción del Jerlefans, un cuadrupedo muy alto y longevo. Las mujeres de Samshala, son quienes los domestican, aunque también hay salvajes. Su aldea, es bastante precaria  con casas rústicas de paja y adobe. Sus vestimentas del cuero del Rit, y de algún que otro Dromo, son muy peculiares. Sus armas, fueron conseguidas a través de las herrerías apostadas en las montañas ûrull. Shiririt y su hermana, A' ldara, son quienes comandan la ciudad, y están bajo la órdenes del Rey Mahor de los hombres y de todo Morax. Sólo saben luchar, también su población, al igual que la de los Farhes, está mermando, ya que no hay hombres, y no siguen un linaje de reproducción.

Habilidades: arquera, y estratega

Debilidades: arrogante. 

Cualidades físicas: 1,70mtr de Estatura, bastante bien para una mujer con sus atributos. Cuerpo fibroso, y pelo rizado y blanco. 

Edad: desconocida, pero es joven, al igual que su hermana. 

domingo, 10 de octubre de 2021

Guerrera Farh

 





Guardia Real Farh

De las cavernas del Norte, de donde según dicen las voces, se encuentran en el delta mahor, con salida al mar de morax. El Antiguo mar Dënfelô, hoy mal llamado mar de morax, por orden de los Antiguos. Padres de los padres del Rey Mahor. 
Estas cavernas, están dotadas solamente de las hembras Farhes. Su reina, sus guardias reales  y la población fémina. Por ésta decisión, aparentemente tomada, y llevada acabo por la mismísima reina Ilacat; la población de la raza farh, ha mermado drásticamente. Los machos, bajo el mando del Rey Ranthal, pocas veces se encuentran con hembras.
Las guardias reales, son la sombra de la reina. Jamas la dejan sola, y siempre están fuertemente armadas. Portadoras de una fina coraza de un metal brillante, y un pequeño yelmo a molde, estas hembras Farhes, son expertas luchadoras, y temerarias. Su arma, espada Farh, es la misma que comparten con los machos. Es el arma característica de la raza, al igual que su escudo. Prácticamente  inguna hembra de las cavernas del Norte, hablan el idioma del Hombre del Lid. Sólo hablan cuello, por orden imperial de la Reina Farh.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Vįlûdä

 


Vįlûdä

El anciano poco conocido, oriundo de la ciudad Moraxina de Atratll, es quien ayuda al príncipe mientras se debate entre la vida y la muerte. Con un pasado desconocido para la gran mayoría, este Anciano ciego, logrará desenvolverse como el que más, en los sectores más bajos de la ciudad de Antigua Rull, donde dentro mismo de la ciudadela más grande del Lid, se encuentran diferencias sociales, netamente abismales. 
 
Conoce más sobre Vįlûdä, Atratll, Antigua Rull y demás en El Lid II, Vientos de Guerra, Disponible en Amazon, en formato ebook y tapa blanda. 

viernes, 10 de septiembre de 2021

Reunión

 



Algo urden en la caverna Fahr central, la cual comanda el mismísimo Rey Ranthal. Farhes, Morovitos, hombres, Trideños un Tatuom, un Det, y un Brottor, llegaron para una reunión cumbre que implica a todas las razas. Si bien, no hay un Silur, ni Rulles blancos y Pardos, todas las razas están presentes. La mismísima Reina Ilacat, hembra matriarca de todos los Fhares, ha llegado con sus guardias reales, acompañados por quienes fueron a su encuentro, la guardia Real del Rey. Una centuria ya, que el Rey y la Reina, han roto relaciones. Hembras por un lado, y Machos por otro, mermando así la población de los Fhares. A excepción del Trideño, el guardián del Blondo, Asthaän y de Nïmîdi, el hombre de Pérézön; todos hablan en chelle. El idioma de las razas, es uno de los tantos porqués, la Reina Ilacat, ha decidido abandonar a quien fuera el padre del hijo que tienen en común, el Príncipe Aztagot, quien se encuentra en Silur. El Det, el Brottor y el Tatuom, si, son más conocidos por mitos, habladurías e incluso mal descritos, porque muy pocas veces se los han visto. He aquí la reunión mas importante, al menos de la última centuria. 

Seguí conociendo el Lid, su historia, sus mitos  y las ilustraciones de un excepcional Javier Casado. Esta ilustración, comprende al IV capítulo del próximo 3er Libro. 

lunes, 5 de julio de 2021

Las hijas del Viento, Grågpêll


 


Grågpêll es considerada la Silur más fuerte de las hijas del viento. Es la domadora de los Gigors, y la única en poder montar a todos si quisiera. Los gigors, son de único amo, esta facultad de poder montar el que quisiera es única. Sus ojos son de color amarillento, y su estatura es de una Silur promedio. Experta en rastreo y reconocimiento de áreas. Domina el mazo, y el Acha. Su gigors, se llama Åntädaūř.

lunes, 28 de junio de 2021

Las Hijas del viento, Hįndellä

 











Ruda, capaz, audaz, entre otras características. Una de las Silures más buenas e importantes dentro de la "familia" de las hijas del viento. Es una Silur muy intensa e inteligente. Domina el lazo, su gigors, es el más veloz de todos. Es quien confecciona las ropas de las hijas del viento. Con  materiales autóctonos de Silur y Tridex, escogidos exclusivamente por ella. Su Gigor, Vûldőmat y fiel compañero, es quien tiene el gorjeo de mando entre las bípedas aves.



jueves, 17 de junio de 2021

Las hijas del viento, Lilundär










 Lilundär, es la hermana menor de Grågpêll. Ambas nacidas en la ciudad isleña, pequeña Silur. Criadas en las cercanías del Anciano Rey Suyam, lilundär, no posee cualidades de mando, es serena y extrovertida. Pero sus cualidades, son las más importantes. Ya que gracias a su serenidad, siempre pasa desapercibida, mientras que las demás Silures no. También fue entrenada en los fiordos de Xarah, en Tridex, durante cientos de lunas. Su Gigors, tiene el nombre de quien les enseñó todo lo que saben, Xarah. Esta pequeña Silur, es responsable de que su Hermana Grågpêll, fuera otra de las hijas del viento. Su estatura es un poco menor a la de todos los Silures...1,20 mtrs. Aunque es la más pequeña en estatura y lunas de nacimiento, es de armas tomar  y de saber usarlas por demás. 

domingo, 6 de junio de 2021

Las Hijas del Viento Plàtduvîs

 



PLÀTDUVÎS

Oriunda de la ciudad Suyam. Es la hembra Silur de las hijas del viento más testaruda. De carácter osco y algo temperamental. Como todo Silur de 1,25mtrs de altura. Esta joven fémina, es una de las mejores entrenadas, aunque sus misiones se basan en informar y ser mensajeras, fueron entrenadas para saber defenderse, debido al hostil ambiente en el que recorrerán el Lid, para informar. Su Gigor salvaje se llama Côzikůe, y es una hembra entrenada y adiestrada por ella misma. Plàtduvîs muy pocas veces, esboza una sonrisa. 
Como sus compañeras, también fue criada y entrenada de pequeña, son prácticamente hermanas, ya que siempre vivieron alejadas de los Silures y de la región de Silur. Su mentora también, fue la Reina Xarah de Tridex. Sus ojos color bermellón y su pelo algo marrón, la hacen una hermosa Silur, a la vez que áspera.




jueves, 3 de junio de 2021

Las Hijas del Viento, Dïerquîta

 



Dïerquîta es una Joven Silur. Oriunda de la ciudad de Fretz. Fue entrenada por la mismísima Reina Xara de los Trideños. Elegida como la más capaz de las Silures, fue nombrada capitana de las hijas del viento. Su estatura, promedio como todo Silur, es 1, 25 mtrs. Como toda hembra de esta raza, tiene tres coletas de pelo, y una trenza, algunas hay sin trenza y con una coleta. Sus ojos son de color amarillo fuego. Entrenada para ser experta en arma corta como la daga. Fueron muchas lunas de entrenamiento, era muy pequeña cuando comenzó. La veracidad de entrenamiento, se basó, no solo en que fueran buenas empuñando armas, como casi ningún Silur  sino que también fueron adiestrados con el fin de ser las mensajeras de las razas, en caso de necesitarlas. La realidad, es que no se sabe donde viven estas 6 silures y sus entrenados Gigors. Pero si se sabe algo...si el Reino de las razas las convocara, ellas allí estarán, comandadas por Dïerquîta,  joven, audaz y capaz, para cualquier misión que le sea encomendada. Su Gigor, es el único macho entre las 6, y también es salvaje, su nombre es Tmäst.

martes, 11 de mayo de 2021

IX-MERCANTES Capitulo del segundo Libro " Vientos de Guerra "


 

IX-MERCANTES


 Todas las regiones tienen una férrea conexión mercantil, ninguna del Lid está exenta. Esto se debe al  arduo trabajo, de los Mercantes, quienes logran que mediante su comercio, se pueda llevar desde el gran pez blanco que se pesca en el delta del Brottor, en Rull, a canjear por el mitilo,( especie de cangrejo gigante) que solo se encuentra al otro extremo del Lid, en el puerto de los fiordos de Xara, en Tridex, o de llevar los dátiles de Pèrèzön, al norte de Morax, hasta la misma isla de Mándall, hábitat del Det de los ríos y mares, quienes canjean el brebaje de lir. Todas las regiones tienen que aportar, al tener diversidad de suelos, el Lid provee, para todos. Algunos menos afortunados con suelos poco propicios para el cultivo, pueden canjear armaduras, telas, hierros de distintos tipos y lugares, o bien ayudar a reparar la flotilla de veinte viejos  barcos, que surcan  los mares constantemente, con solo la buena voluntad, de que el comercio una. Ya que si hay lugar para el mercadeo, hay oportunidad para conocer regiones y razas. Los cientos de puertos que hay, no siempre son accesibles para los barcos, en varios casos anclan lejos del puerto y se acercan en botes repletos de víveres de todos los gustos y colores. Los mercados menos accesibles se encuentran en los ríos, donde El Gran Río, dominante de norte a sur y de este a oeste, en diversos tramos, posee aguas muy  profundas, pero los puertos mercantes están sobre las afluentes del mismo, de ahí, que parten en los botes para penetrar dicha afluente, donde también yacen caballos a carro, por si la ruta lo requiere. Los habitantes del Lid, sean de la región que sean, pueden tener en demasía sus mercados a rebosar, en unas épocas menos en otras más, pero siempre está el mercante a disposición. Sufren de vez en cuando ataques por algún que otro barco de Agrelor, o algunos contrabandistas del puerto del Rit…quienes se nutren de unas bellas piedras  que se encuentran en las cavernas Farh, las M-drazal y son muy difíciles de encontrar, pero quienes la obtienen la pueden cambiar por lo que sea. Todo esto requiere un arduo trabajo tanto de los Mercantes, como de los puertos y mercados de todo el Lid, ya que tienen  rutas trazadas, y nunca las tuercen. Por orden imperial de Mahor, se les prohíbe a los barcos mercantes, tener armas a bordo, aunque la talasocracia de los mares es de Brajistad, la misma también la tienen los mercantes, en cuanto a lo suyo se refiere. Si, lógicamente están armados, pero todo es cuestión también de supervivencia, si les quieren arrebatar sus mercancías, lo defenderán con su vida. Ya han sido avisados de no interceder en la guerra venidera, ¿Por qué el aviso? Sencillo, la flota mercante está compuesta por varias razas, con fin de que el diálogo entre distintas lenguas, o con razas que no se aprecian entre sí, pueda realizarse igual, con total normalidad. Cada embarcación cuenta con cincuenta tripulantes, hay Rulles, Farhes, Morovitos Silures, trideños  y hombres, todos juntos, para proveer el Lid. Tienen un barco insignia, quien va siempre por delante por varios nudos, es quien manda, y quién tiene la tripulación más diversa de los veinte barcos. Éste, lo comanda un Rull, Yandru. Este Rull Pardo de carácter jocoso, de buen porte como todo Rull, lleva consigo en el barco siempre una armadura netamente gris, y tiene siempre cerca un hacha de Bautaro, su preciada ciudad de nacimiento, en Rull. Él está al mando del Barco insignia y está acompañado por sus fieles camaradas, todos con distintas historias por contar, pero en este momento viviendo la misma. Estos son, Jeynjel hombre del puerto del Rit, antaño, guerrero, siempre en cueros y con yelmo y escudo, nunca deja de lado su lanza, de un pelo lacio frondoso hecho una trenza quien está al caer con su pequeña embarcación.  Átaro, hombre del desierto, designado para el mercadeo por el mismísimo Zerej Naimad, por su capacidad para el diálogo, bajo con barriga, torvo  y el pelo hirsuto, contrasta a Jeynjel y a la mayoría de hombres de Pèrèzön. Dlâgâl, Morovito de Söhämt, no podía ser de otra ciudad, ya que es la única que habla un poco el idioma del hombre. Daydiro y Vaynel, Silures, de fretz y de la ciudad Suyam, respectivamente. Madray, una trideña de la aldea de Adrid, y por último Ráldärýs, Farh, de las cavernas Urûll. Esta mujer Rana, tiene una relación bastante especial con el morovito Dlâgâl, ya que comparten idioma, el chelle, y sus razas son enemigas íntimas de hace tiempo.

El pequeño pero diverso grupo, comanda una de las tareas más arduas en todo el Lid, abastecer sin importar raza a todos los habitantes. De momento el único camino prácticamente cerrado que tienen es el de Pèrèzön, por suerte, ya lo habían visitado, antes de que esté asediado.

Los navíos, se dirigen ahora hacia Rull, les queda muy poco para llegar a destino. Van lento ya que en poco se terminará de congelar el hielo y no  podrán pasar por el canal de Sardedn, en medio de las montañas e ir al último puerto, en el delta del Brottor. 

Los mercantes, vienen de Frö  y ahora retomaron el gran río, en breve luego de pasar por Rull, saldrán a alta mar, al bravío mar de Brassan, para bajar hacia Bhin, y luego, a la isla del Rey Suyam, en Silur. Por lo pronto, Yandrü, es quien con su peculiar carácter llama a Ráldärýs….

-¡Ansaudir!- farfullo Yandrü, ya que es en chelle, y no lo habla bien, llamando en diminutivo como le dicen en el navío, a la bella mujer rana-.   

 -peltre, tolsauond-tresorsaule-responde respetuosa, y en chelle mientras forcejea con redes para la pesca con Dlâgâl.-

-ven, dejaros ya de pelearos- dice el jocoso Rull revoleando  sus ojos al cielo-

-girpel girdir- se explica la Farh-

- no no no- dice Tajante Yandru- Os vengo observando, y discutís por todo, y trata de no hablar chelle conmigo…comprendo poco aun, y vosotros hablan mejor en nuestro idioma-.

-te decía que él era el que discutía, no yo- explica la Farh-

-sorvar girangirpel, guevartre-giran tolangirgir, pelsauli-girandirpos, sorposmesor.-se defiende Dlâgâl-

-por los dioses, los comprendo, pero aún no todo-expresa Yandru-¿cuantas veces debo repetíroslo?

- él dice que yo creo saberlo todo- confiesa la mujer rana, mientras suelta la red furiosa, más viendo que el morovito está a horcajadas-.

Carcajadas en demasía en el barco insignia, el mismo de una proa y popa, con un hermoso color bermellón, las velas inmensas, blancas y con el logo de los barcos mercantes, el “Gran pez” todo blanco . Es la nave más grande de las veinte mercantes…en su escotilla lleva varios caballos, no son para el mercadeo, son los que acercan a los mercantes a los puestos  y puertos, en los que los barcos no entran por su Angostura. Las risas a destajo vienen de los mismos de siempre, de los Silures, Daydiro y Vaynel, ellos se encargan de hacer enojar constantemente al morovito con la hembra Farh, son divertidos pero a veces algo cargosos, y siempre se llevan la bulla de Yandru, que los manda a callar  y les  da tareas pesadas, para su tamaño.

Estos dos Silures, Macho y Hembra, son pareja, aunque se han conocido en el arduo trabajo del mercadeo y se llevan estupendo,  son muy trabajadores, de vez en cuando se toman estos recreos para divertirse a costa de sus camaradas. Pero al momento de poner el hombro no desentonan con nadie, ni siquiera con el mismo Yandrü, que le saca casi dos metros de altura. El barco, está diseñado para albergar a las distintas especies, por eso todo está acondicionado para que puedan trabajar en el barco, pese a los distintos tamaños.

La noche hace ver las luces en el cielo como nunca, las dos lunas reflejan en el gran río sus bellísimos colores, aunque la blanca en esta época invernal sobresale más que la azul, que se hace notar también. A lo lejos se divisa que se aproxima una gran tormenta. Los farolillos de proa y popa son encendidos por los Silures. Las velas son recogidas por Átaro y Madray, para aminorar los nudos, e ir más lento; ya que por más velocidad que tomen los navíos, llegaran tarde. El congelamiento del rio en el estrecho ya es casi un hecho. Les gusta también  poder sentarse en cubierta a beber el brebaje de lir para  poder dialogar luego de unos arduos días de intenso intercambio en varias ciudades Moraxinas. Unos ayudantes de los camarotes, traen el brebaje y algunos dátiles de Pérézón como ya les es costumbre hacer, al caer la noche. El manso gran río, de momento, no tiene aguas turbulentas, por esto es que Yandru, llamaba a Ráldärýs. Ella conoce las profundidades del gran rio.


-¿qué es lo que deseáis?-le pregunta la Farh a Yandrü-

-oh, eh, mmmm-

-¿lo has olvidado verdad?

-Si Ansaudir, disculpa- responde Yandrü, pero rápido reacciona- oh, sí mí Farh preferida. Quería saber qué es lo que está pasando en el gran rio, hoy ha  estado tranquilo, pero lunas  atrás no y espero noticias de Jeynjel.-

-te explicaré... ¿recuerdas lunas atrás, cuando salíamos de Tridex, y estábamos observando la envestida del hombre contra los alados? 

-sí, también recuerdo que Madray estaba muy preocupada

-para no estarlo mí peludo amigo-le dice con cariño al Rull- el hombre comenzó su ataque, estamos abstemios por ser mercantes, pero luego de acabar con las razas vendrán por nosotros Yandrü-réplica preocupada la mujer rana y acota- Jeynjel sabe cuidarse, estará cerca.-

-espero lo esté, sus noticias son importantes ya que el rey de los hombres dijo que si nos manteníamos al margen, viviríamos, no somos guerreros Ansaudir, somos mercantes- se explaya  el Rull-

-¿para tí eso nos deja al margen de esta  guerra? Creo estáis equivocado y lo entenderás cuando lleguemos a tu región natal.- dice imperativa Ráldärýs-y consulta- ¿Por qué has plegado las velas? se congelarán las aguas del estrecho, y por cierto ¿no querías llegar al día del agasajo de tu princesa a tiempo?

- si no bajamos la velocidad ahora, podríamos impactar con el hielo. El agasajo ya ha pasado, por eso he aminorado la marcha.  Iremos tranquilos el poco recorrido que nos queda hasta Brú.- concluye Yandrü, cabizbajo por no llegar a término para felicitar a su princesa-

-capitán, no solo el gran río, sino que también los pequeños están revueltos, los Farhes  están entrando en la guerra y la reunión con nuestro Rey compete a todos nuestros hermanos de todo el Lid. Esa revuelta de ríos significan que los Farhes nos movilizamos en masa, es el gran nado hacia la inmensa caverna de Ranthal.

-¡por Tadjir! pensé que solo había buena pesca- expresa con ignorancia el Rull al mando-.pero ¿porqué no me lo has informado Ansaudir?

-pues ahora sabes lo que os espera a tí y vuestros Rulles, tal vez tu rey no os deje marchar. Creo que nuestro trabajo incesante, va a tener un fin. Si no he avisado antes, fue solo por precaución- expresa y concluye la Farh-.

-has sido cauta, en un momento poco propicio, tienes y debes informarme- dilucida el pardo Rull, mientras el silbido del viento en las casi plagadas velas es constante-.

-lo sé, pero al entender, que comprendo vuestra postura de no interceder, me ha hecho pensar si ir en ayuda de mí raza o seguir aquí-.

-¡escúchame!-exclama Yandrü, mientras la toma de los hombros desnudos de su vestimenta- no sois prisioneros, ninguno de vosotros, podéis iros cuando deseéis, pero os digo- explica el Rull, a todo tripulante del gran navío mercante y en vos gruesa, y ya, sin ser jocosa- ésta siempre será vuestra casa, estamos hace ya tiempo juntos y creo, a pesar de las diferencias, que somos familia. He dejado mis tierras también y no quiero que el rey de los hombres gane esta guerra, pero solo somos mercantes ¿se os ocurre otra idea de cómo vivir? os invito a mí camarote y lo podremos hablar sin más.-

El barco, queda a palo seco, las drizas ya atadas en los inmensos mástiles, logran los nudos lentos, para que se retrase el arribo a Rull, así esperar, según Yandrü, capitán del gran navío, es lo mejor para que el paso por Sardedn sea más cómodo. Ha dejado abierta una pregunta, que seguramente con el correr de las lunas, y antes de arribar, serán respondidas. Los mercantes, abstemios en la guerra, saben que duele ver a sus pueblos sufrir, han pasado por varias ciudades que ya sentían la invasión del hombre, pero el Rull, suspicaz, ha seguido con sus labores.

Ráldärýs es la más consciente de la tripulación, pero las preguntas de sus camaradas no se hacen esperar, se le acerca como siempre cautelosa, Vaynel, dejando de lado a su pareja, para poder dialogar de hembra a hembra…

-¿Ansaudir?- pregunta con vos átona-¿Ráldärýs?-le consulta luego llamándola por su nombre en idioma neutral-.

Sobre la proa, la mujer rana, deja caer unas lágrimas mirando a la nada pero la respuesta a la pequeña silur, no tarda, mientras seca las gotitas de sus pómulos...

-dime Vaynel, perdonad, estoy un poco triste-

-lo sé, y lo entiendo Ansaudir- le responde comprensiva la Silur- vosotros los hombres de Farh, estáis en una guerra de la cual sabéis defenderos, pero nosotros  los Silures, estamos en la misma, y la gran mayoría no sabe nada de guerras.

-¿Cómo es que los silures están en esta guerra Vaynel?

-no lo sé es algo inusitado para mi raza,  nos han dado aviso que tanto la ciudad de Fretz como Suyam, están siendo evacuadas hacia pequeña Silur, la ciudad del Rey y temo por mí hermano -responde la Silur, bellísima-

-Me has dicho varias veces que tienes un hermano que hace tiempo no os veis, pero nunca me has dicho su nombre.- Inquirió la Farh-.

-Robbendall, es el capitán de las ciudades de Silur, ese es su nombre- contesta Vaynel-

- espero esté bien…- dice Ráldärýs sin más-

Ráldärýs y Vaynel, quedan mirando, se les suma Madray quien como siempre desgreña a la Silur, hace lunas prácticamente es adusta, pero se oye por todo el barco que quiere ir en ayuda de sus familiares en Adrid. Al sollozar recibe el fuerte abrazo de la mujer rana y la Silur, quien prácticamente la abraza a la altura de la cintura; esto crea por un instante unas risas que hacen olvidar lo que están sufriendo las razas en la guerra, todo, ante la atenta mirada del Rull capitán del navío mercante, quien daría su vida por cualquiera de su tripulación, que como ya ha dicho, son su familia.

La noche se hace eco de los pocos destellos de las luces en el cielo  que se ven, las lunas casi tapadas en su totalidad, puesto que se aproxima una tormenta. Al estar cerca de Sardedn, donde ya es un largo invierno, el frio se siente en el barco insignia, el brebaje de lir, los ayudará hasta arribar a Rull, no sabe  lo que le espera a Yandrü, pero conoce bien a Lord Gelth y espera que este le comunique que debe hacer.

Al amanecer, el encargado de despertar a la tripulación es Átaro, que sube a lo más alto del mástil, y en el carajo, empieza con sus gritos vespertinos, siempre que no se queda ebrio de la noche anterior…

- Se aproxima una pequeña embarcación capitán, en proa  y además diviso tierra, tierra-carraspeo el de pèrèzön-tierra tierra

-ya calla- le exige Daýdiro-deja dormir

-medirsau-aynsaudir mevargir-anñelgir-expresa en chelle Dlâgâl duerme-

Desperezándose sale de su camarote Yandrü, enseguida coge el timón, y pregunta al pèrèzön

-Átaro, deja ya de gritar, tierra hay por todos lados, estamos en el gran rio, no en alta mar-expresa con un bostezo que se entremezcla con los bufidos de los caballos bajo cubierta-.

-los sé-le grita, quien parece estar un poco ebrio todavía-pero mirad a babor capitán, es la ciudad maldita de Seen, si mal no recuerdo-

Rápidamente, no solo Yandrü, sino que la mayoría de los tripulantes, viran rápidamente hacia el lado derecho del barco, a ver la ciudad de Seen, hábitat construido y abandonado por los Tatuones, lugar, donde acaba de levantar su campamento para dirigirse a Rull, Thiro. Pero claro, esta parte, los mercantes no lo saben, asique deciden observar, aunque se encuentra lejos, se puede divisar la belleza de las casas, murallas y acueductos construidos con piedra netamente blancas, y brillantes. Pero Átaro desde la cola divisa algo, no frecuente…

-¡capitán!

-dime Átaro-responde el Rull mientras aun mira a babor-

-¿Seen, sigue abandonada verdad?- pregunta el pèrèzön, dubitativo-

-sí ¿Por qué la pregunta?

-es que diviso humo de antorchas, pero de cientos de ellas.-

Al instante que Átaro da la noticia, Yandrü muestra una gran agilidad para subir por el mástil, y ponerse al lado,  para poder divisar con el catalejo que le arrebata rápidamente al del desierto. Éste queda mirándolo asombrado, ya que con una mano, se aferra a los obenques y con la otra observa la antes ciudad del Tatuom. En la cola,  solo entra un hombre, aunque parece no ser problema para el Rull. El chirrido del agua en el barco como quien oye a alguien vomitar, no detuvo el oír de Yandrü, ni de sus tripulantes, que parecían balbucear sobre la ciudad maldita. Luego de quedarse durante un lapso de tiempo, decide bajar rápidamente y llamar a todos a cubierta.

-camaradas, acercaros!!!!!

Todo tripulante del navío, en cubierta levanta la mirada, para escuchar a su capitán. 

-seré Franco con todos vosotros- se sincera el mandamás mercante- he podido divisar, cientos de antorchas apagadas en Seen. Esto solo quiere decir algo, el hombre está llegando  a Rull, y nos veremos inmersos en medio de una guerra, a la que muchos creen pertenecer, y otros no. Os digo, que podéis iros los que no quieren continuar, los barcos salvavidas, y los mismos que usamos para los canales, están a vuestra disposición. Átaro, Madray, ayudar al pequeño navío que se acerca, y bajad las escalas, de seguro es Jeynjel.

El bullicio en el navío principal se hace eco de las palabras de su capitán. Pronto hacen llegar estás palabras a el resto de las embarcaciones. Ninguno decide separarse del capitán y deciden seguir adelante, por lo menos hasta llegar al estrecho de Brú, en sardedn. Mientras en efecto, si es Jeynjel quien viene con su pequeño Navío.

-capitán, nos haremos cargo de las consecuencias-dice una Ráldärýs más que efusiva-

-mi señor, siempre han subestimado a los mercantes, creo es momento de hacernos valer-replica Átaro-

-medirsau-aynsaudir, girpelsorsau tolposlen ustsaulen-meanvar- expresa sin contemplaciones Dlâgâl-

Daydiro, Vaynel, Madray y los demás tripulantes del barco insignia, asienten con la cabeza, mirándose unos a otros, comprendiendo el momento. Todos saben que la tormenta que se viene, no es sólo la que están observando al llegar a Sardedn, sino que también saben que es la que les espera una vez en Rull.

-gracias…no esperaba menos- agradece Yandrü, y continúa- ayudaremos de momento a Jeynjel, acoplad su nave.

Mientras los movimientos de acople sacuden el gran navío insignia mercante, sin moverse de la proa, se ve ayuda a la pequeña embarcación de  Jeynjel, solo,  pero con alguien mal herido. 

-Daros prisa, replica Jeynjel, no se cuánto más aguantará.

Inmediatamente el débil huésped es reconocido rápidamente por Madray, era su príncipe, era Solodar al borde de la muerte, unos alados más acuden a ayudar a Jeynjel, quien levanta como puede el doble de su peso y ayuda a cargar al alado. En ese mismo instante, Madray lo lleva hacia la toldilla, y comienza a curar sus heridas con los demás alados…luego lo llevan a cubierta rápidamente, ante la expectante mirada de todos los tripulantes del barco insignia.

-Madray,  espera…-dicta Jeynjel-. Toma, se lo he quitado para que no lo reconocieran, se que es de la realeza de Tridex, por este collar-

-todos sabrán a quien le has salvado la vida Jeynjel-expresa Madray emocionada- eternamente agradecidos estaremos los trideños.

-Vosotros los Trideños, nunca sabrán lo valiente que ha sido su príncipe, lo he visto a él solo, peleando con decenas de  mercenarios, si logra sobrevivir, sería un digno Rey.- relata con aprensión el del puerto del Rit-.

Madray acompaña a los demás alados hacia los camarotes para intentar salvar la vida del príncipe, Yandrü, se pone al lado de Jeynjel y le dice…


-eres increíble, has arriesgado tu vida por alguien a quien no conoces.

-conozco su raza, y a aladas como Madray, con eso, me basta.

-¿pero, cómo has podido salvarlo?- le pregunta el Rull-.

- no fue fácil capitán, tú me has enviado para ver qué movimientos hacían los barcos de Brajistad, y Agrelor, y me he visto inmerso en su guerra, los hombres han sido rápidos y astutos, se manejan de a miles y con brujería,. Cuando vi, como a éste ágil y valiente alado, lo atravesaban flechas con fuego, decidí ayudarlo, todos sus guerreros eran aniquilados, y él seguía luchando.

-por Tadjir-expresa Átaro-

-¿pero cómo has logrado sacarlo?-le pregunta también Vaynel-.

-cuando vi con la ferocidad que luchaba, me le fui acercando, su última flecha paso de lado a lado su boca, cayó frente a mí, y le di un fuerte golpe en la cabeza, le arranqué su collar y lo empujé al mar, luego de que nadie se percatara de que era un príncipe, fingí un flechazo, que venía de la isla, y me zambullí al mar, lo busqué, y la parte más dura, fue llevarlo hacia mí navío, pero gracias a que lo hombres triunfaron, pude sacarlo, ya que estaban ebrios, sabiendo que iban ganando la batalla.- concluye su narración Jeynjel-

-por las lunas del Lid Jeynjel- lo aclama Ráldärýs-.

-si Ansaudir, he visto lo peor, y creo que hay algo más malévolo que todo esto, por lo menos Tridex está siendo devastada-.

-tarde o temprano, entraremos en la guerra- se pronuncia Átaro-

-Tarde o temprano no, ahora mismo lo haremos, en Brú.- concreta el Pardo Rull-.




Brú

El estrecho de Brú, es el gran canal que separa la abismal cadena montañosa de Sardedn, sus aguas en esta época, se congelan rápidamente por las bajas temperaturas, acarreando una de las migraciones masivas más hermosas de ver, miles de osos de L’ang, dejan su isla fría y siempre nevada de Bhin, para ir más al norte de la cadena montañosa, donde se quedarán, procrearán e invernarán en la región más al norte del bosque de polt, para  luego, volver a Bhin por la misma ruta, antes que termine de derretirse el hielo del estrecho. Esta masiva migratoria del oso albino, casi siempre se da luego de la llegada de los mercantes, quienes siempre atraviesan Sardedn antes que se congelé, pero esta vez, con una guerra de por medio, se han retrasado, esto generará que los barcos mercantes, puedan ver el arribo de este increíble y feroz Oso marsupial. No solo los mercantes lo podrán ver, ya esperando el total congelamiento, estarán pendientes  para cruzar los hombres de Etra. 

Sobre esto, Yandrü algo huele, por eso llama a su camarote, a sus más íntimos. En el mismo, los Silures, Ráldärýs, Dlâgâl, Jeynjel, Átaro y Madray quien de momento queda a cuidado de Solodar.

-Gracias a todos, por estar aquí-comienza  diciendo el Rull ante la mirada pasiva de sus más fieles- creo haber dejado en claro mí postura, y me gustaría saber vuestra opinión, aunque los he escuchado convencidos de seguirme.-

-capitán, creo hablo por todos, lo más probable que si hombres de Morax, están por invadir Rull, si nosotros pasaremos por delante de sus narices, nos atacarán, nuestros barcos, no nos protegerán, tendremos que ir con los caballos y carros- se explica Ráldärýs-

-bien-dice sin más Yandrü, y agrega- mirad, vosotros estáis conmigo, y todos los barcos también, es lo único que importa, nosotros seguiremos con nuestra labor, que es alimentar al Lid, si los hombres que puedan llegar a estar por penetrar Brú, nos lo quieren impedir, apelaremos a la buena fortuna y que los dioses nos ayuden, una vez en Rull, Lord Gelth nos ayudará.

-capitán, ya estamos cerca de anclar los navíos, déjame ir en un caballo, y ver que nos espera-se compromete Jeynjel-

-No, sería muy arriesgado y recién llegas -contesta pensativo Yandrü, mientras se sienta alrededor de su mesa y coge una fruta-

-yo puedo ir, con un vuelo lo más alto posible, divisaría que hay, y volvería a advertir-

-no es una opción Madray, tu pueblo está siendo masacrado, ni lo dudarán si os ven- vuelve a negar el Rull y resalta- cuida de tu príncipe de momento, él te necesita.


-nosotros podríamos ir, nuestros Gigors están descansados y son veloces, no nos podrían alcanzar- se acopla Daýdiro-

-es viable, pero si los atacaran no me lo perdonaría-se expresa con sentimiento en su voz el Rull-.

-es algo con lo que contamos capitán-aclara Vaynel-

-deteneros- recomienda Ráldärýs- porque arriesgarse a que los vean, Dlâgâl y yo, podríamos ir a nado, y salir en cuanto veamos que el agua se espesa, y así, podríamos ver con facilidad si alguien quiere pasar por Brú-

-eso me parece más suspicaz- responde Yandru y acota- el oso de L'ang en esta época, migra hacia la zona del norte del bosque de Polt, para aparearse e invernar, nosotros siempre hemos atravesado el canal antes de que se congele por eso nunca lo hemos visto, es algo único en el Lid, y el hombre a sabiendas que el oso es hoy día arma del Rull Blanco, tal vez los masacren.

-tal vez si, tal vez no- replica Átaro- quizá no quieran arriesgar un enfrentamiento con el oso antes de pasar, sabido es que su marcha es pasiva.

-bien, os propongo lo siguiente. En un principio Ráldärýs  y Dlâgâl irán a investigar la zona, asique de momento anclaremos aquí. Tú Jeynjel, te irás al navío de hierro urûll, y lo traerás aquí delante, todos nosotros nos trasladaremos a ese barco, llevaremos todo lo suficiente, vosotros Daydiro y Vaynel,  iros  de navío en navío, y haréis que peguen la vuelta, para no arriesgarnos. Vosotros dirán a  todos que se dirijan  al sur, y anclen en Silur, que ahí nos veremos. Cargaremos el barco de hierro, con todo lo que sea posible, es pequeño pero espacioso-explica los pasos a seguir Yandrü, y culmina- Átaro, tú irás con las demás embarcaciones y llevarás contigo a Solodar-.

-capitán, permitidme iré con vosotros-

-mi viejo camarada, eres el que más ha surcado ríos y mares a mí lado conoces todos los sitios por donde pueden y no, pasar nuestros navíos de diferentes tamaños ya que tendríais que pasar por el nudo de gek para llegar a Silur- concreta el Rull- Ahora ve, necesito que lo hagas.

Madray interrumpe con fastidio y dicta…

…-pero mi príncipe está muy débil capitán, no creo llegue a Silur.-

-porque está débil, lo envío con Átaro, ¿o prefieres que vaya a una batalla, cuando a penas respira?- le expone Yandrü, coherente-.

-el capitán tiene razón Madray, no resistirá. Hay varios alados en los demás barcos, sabrán cuidarlo, confía en mi.- certero, contesta Átaro-

-ambos tenéis razón, os pido me disculpen. Capitán, ¿y si voy con ellos?- se disculpa y a la vez consulta-

-Madray, comprende, ya quedaremos pocos, si os vais ambos, todo el arduo trabajo del barco, lo harán solo los silures y Jeynjel, deja que Átaro se encargue de Solodar.

-como diga mi señor- agrega la Trideña un poco ofuscada- nos veremos pronto Átaro-.

-cuídate- le dice con cariño el de Pèrèzön, mientras la abraza por encima de la cintura-

Átaro sin perder  más tiempo, da un fuerte abrazo a todos, más aún a Yandrü. Su despedida pone lágrimas en los ojos de todos, sabe que quizá, no  vuelvan a verlo, a uno de los más leales y fieles al capitán mercante..  Tejiendo trampas para poder escapar de las garras del hombre, en ese Punto están los mercantes. Ráldärýs y Dlâgâl, comienzan a equiparse, el estrecho de Brú está cerca, ya, deben partir…

-Ráldärýs, Dlâgâl venid- llama el pardo-.

-peltre tolasauondtre-sorsaulen- responde rápidamente el Morovito, mientras que Ráldärýs solo asiente con la cabeza-

Lentamente Yandrü, se les acerca y dicta con humildad…

-…sé que alguna vez, tuvieron el mismo padre, conozco la historia de Polt, espero, algún día, vuestros pueblos tomen vuestro ejemplo, y creedme vivirán en paz- con voz átona pero no menos gentil-

-dirpos pelgir, ustsaulen-ustsaulen-austsaulen-ustsaulen-agradece  Dlâgâl, mientas la mujer rana sigue asintiendo con la cabeza-

-¡iros!- manda sin más el Rull-

El Morovito y la Farh, se dirigen a babor para sumergirse en el gran río, pero al momento en que Ráldärýs, va a zambullirse, ante la mirada acongojada de sus compañeros, gira rápidamente corre hacia su capitán, da un fuerte abrazo, al que se unen rápidamente Jeynjel, Madray, y los Silures en un abrazo eterno, que saben bien, al igual que con Átaro, que tal vez sea el último. Antes de irse, desgreña el cabello de la Silur, como suele hacer siempre Madray, y ante las miradas impasivas da la vuelta y en un gran salto, se sumerge en el Gran Río. Todos los mercantes se quedan mirando porque Ráldärýs farfullo algo antes de irse, en chelle, pero solo Yandrü, llego a escuchar, aunque Vaynel, muy atenta inquirió…

-… ¿tú si la has entendido verdad?

-si mí pequeña Silur, a la perfección-

La ida de tres mercantes, inseparables desde hace ya largo tiempo deja unos momentos funestos en el gran barco insignia. Mientras tanto, el navío de hierro, ya está al costado, esperando ser abordado. Comienzan a acoplar las tablas para hacer el abordaje, caballos, víveres, armas y  solo treinta mercantes, quienes por lo visto quieren cambiar el curso de la guerra. Yandrü sabe que queda poco, el hielo comienza a hacerse presente, se divisa aún lejos Brú, pero el congelamiento está empezando a expandirse. Por esto es que traen consigo al barco de hierro, llamado así, por su proa de acero urûll, con el cual, muy lentamente, pero eficaz va abriéndose paso por el hielo, sea duro o no, éste lo rompe.

Brú, está ya, muy cerca para Ráldärýs y Dlâgâl. Las aguas empiezan a estar cada vez más frías. Aminoran el nado, ya que venían a una velocidad considerable. Están a una profundidad inalcanzable para el hombre, y para el mismo Morovito tampoco es fácil, ya que sus branquias párvulas no le permiten estar tanto tiempo debajo del agua, Ráldärýs…como el gran pez. La belleza cristalina del gran río, no para de asombrar a Dlâgâl, que decide por un impulso, coger la mano de la Farh, que a pesar de sus membranas puede coger igual la mano del Morovito con sus falanges. Los interminables senderos acuáticos y la gran variedad de peces de río, crean un bellísimo paisaje submarino en  el mar de Brassan. No hay caverna Farh cercana, puesto que lo más posible, es que Dlâgâl, emerja para respirar un poco, ya que llevan bastante recorrido a Nado, y él ya empieza a sentir la falta de aire. Ráldärýs, decide acompañarlo,  para así acercarse a la orilla, para ver si divisan algo. Al salir muy cautelosos de momento no divisan más que el congelamiento del río.

Al volver a sumergirse, ya no estaban solos, los esperaban fuertemente armados una veintena de Farhes, quienes al ver una Farh y un Morovito, los apuntan rápidamente con sus espadas. Ante esta situación, Ráldärýs como Dlâgâl, quedan perplejos, y la hembra Farh, se pone por delante de Dlâgâl, cubriéndolo ante cualquier eventualidad. 

Al parecer, el estrecho de Brú, albergará una contienda nunca antes vivida en todo el Lid. Una gran migración del oso de L’ang, un ejército imperial queriendo invadir la bellísima región de Rull y un puñado de mercantes, sumados a una veintena de Farhes quienes acaban de apuntar con sus arpones a Ráldärýs y Dlâgâl.